Los liberales que defendemos el
capitalismo continuamente somos el blanco de críticas injustificadas por
nuestra posición ante la economía y la política. Se nos considera seres
malvados que defendemos el abuso de los poderosos, la contaminación, la usura,
las invasiones, el imperialismo, la guerra y un sinfín más de cosas malas. Todo
esto por la visión negativa que se tiene sobre el liberalismo y el capitalismo,
por lo general mal infundada por
desconocimientos de que son en realidad, es increíble que hasta los que se
suponen que deberían conocerlos mejor son los economistas, pero es en sus filas
donde encontramos sus mayores enemigos.
Entrevista a los autores del libro "el liberalismo no es pecado".
Dedicarme a refutar todos los clichés
anti liberales me llevaría un libro con bastantes páginas. Por lo que en
futuros post escribiré sobre los que considero más graves. Por el momento
tratare de quitar esa etiqueta que nos ponen a los liberales de ser crueles
personas que se regocijan con la pobreza y la miseria, mientras unos pocos
viven como reyes. Es falso que defendamos algo así, todo lo contrario. Los que
defendemos el capitalismo de libre mercado lo defendemos porque sabemos que es
la mejor manera que tienen los pobres de salir de la pobreza. Nosotros no
odiamos a los pobres pero si a la pobreza. La mejor manera de acabar con la
miseria es creando mucha riqueza para que los más desfavorecidos puedan beneficiarse
de ella, como lo defiende el economista Peruano Hernando de Soto, quien identifica que los países
pobres son los que no han producido el capital suficiente para salir adelante,
dando las pautas para que puedan llegar o superar a los países ricos del mundo.
También es falso que defendamos a
los ricos, ellos se pueden defender solos. Nosotros defendemos la creación de
riqueza, sin ella no se puede superar a la pobreza. Lo malo de los que quieren
ayudar a los pobres, es que han formulado mal el problema de la pobreza, no
debemos preguntarnos por qué son pobres, eso ya lo sabemos, lo que tenemos que
preguntarnos es por qué no son ricos. Debemos formularnos como crear riqueza
para que puedan salir por sus propios medios, sobra aclarar que crearla no es fácil
y requiere trabajo duro y esfuerzo.
La demonización del rival es algo
muy usado para desacreditarlo, los liberales no hemos sido capaces de superarlo,
dejando que los enemigos de la libertad y el capitalismo se apropien de ser los
defensores de los pobres cuando sus ideas son contraproducentes. Es normal que los socialistas utilicen ideas
intuitivas que son atractivas pero funcionan mal, mientras el liberalismo tiene
ideas contra intuitivas pero que funcionan bien. Esa es una de las razones por
las que perdemos seguidores. El discurso emocional se sobrepone sobre el
razonamiento, haciéndonos ver crueles como cuando defendemos que no haya
salario mínimo. La idea suena bien que haya un salario
estipulado por ley mínimo, para que no se aprovechen del trabajador, pero por
desgracia el salario mínimo a quienes perjudica más es a los pobres y a los jóvenes
inexpertos privándolos de obtener trabajo y experiencia, sin contar otros
efectos adversos que tienen. Los países con los salarios más altos y menos desempleo no tienen salario mínimo.
Ejemplos como el anterior de una idea
que suena bonita y es perjudicial hay muchas. Por eso los liberales solemos
estar continuamente leyendo y aprendiendo sobre economía para evitar caer en
defender medidas económicas dañinas o que en el corto plazo puedan dar algún resultado
bueno pero que al mediano y largo plazo sean desastrosas. Por eso es necesario
aprender economía y no digo con eso hacer una carrera universitaria en economía,
pero si adquirir unos conocimientos básicos de ella y diferenciando entre economía
y econometría.
Sí un liberal defiende una idea
por más mala que pueda parecer, es porque sabe que tendrá un efecto positivo y no
el efecto adverso que se espera de ella. Como dijo el genial F.Bastiat:
Toda la
diferencia entre un mal y un buen economista es ésta: uno se limita al efecto visible; el otro tiene en cuenta el efecto que no se ve y los que hay
que prever.
Los que consideramos beneficioso
el capitalismo de libre mercado es porque vemos ese efecto invisible que hay detrás
de cada medida económica. Por eso es injusto que nos consideren malvados por el
solo hecho de ser orgullosamente liberales pro capitalismo. Como personas somos buenos y
malos según nuestros actos, mas no por defender nuestra ideología. Es absurdo que nos
consideren malos por no pensar como los demás. Por último pido que por favor que ya
nos dejen de llamar neoliberales.
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